TESTIMONIOS

Sonia Lemes

¨En MEVIR cumpli mi sueño del techo propio y de aprender un oficio que tanto me gusta. Siempre me sentí valorada y respetada en cada obra y así fui perdiendo los miedos e inseguridades de ser aceptada por el equipo de trabajo¨

Cecilia Giacosa

¨La gran enseñanza que me deja MEVIR, es la de compartir, sociabilizar, llevarme bien con el vecino, la ayuda mutua. Durante tantos años aporté para mi casa, pero tambien para que otra persona en algún lugar del Uruguay pueda tener su vivienda propia¨ Cecilia Giacosa.

Adriano Nuñez

¨Ser oficial de MEVIR me dio una visión de vida compartida. No es lo mismo ser oficial de cualquier empresa donde uno se maneja entre pocos hombres.

Uno ya tiene que entrar con la cabeza mucho más abierta, porque debemos trabajar mucho más con mujeres que son la mayoría y no es lo mismo porque el trabajo implica muchas veces esfuerzo físico y hay que saber medir eso y enseñar adecuadamente. Ser oficial de MEVIR ha sido un placer, un honor, una enseñanza de vida.

He conocido lugares como el pueblo el oro, en treinta y tres de 422 habitantes donde hicimos 12 casas y estuvimos 1 año. Uno ve que hay lugares en Uruguay con gente muy humilde que van todos los días a hacer sus horas, gente que aveces se manejan con café y pan y que no tenían ni para comer. Uno que come bien y se da lujos, tiene que aprender a lidiar con personas que no tienen lo básico eso enseña a valorar las cosas.

He conocido gente por todo el país. En todos los pueblos por los que he estado he dejado una familia querida que se que me puedo quedar si lo necesito. Me retiro con altitud y orgullo de MEVIR esperando haber hecho las cosas bien en estos años¨

 

Hugo Alfonso

Hugo Alfonso tiene 40 años y dos hijos de 10 y 3 años. Hace 14 años que vive en Piedra Sola. 

¨Nosotros estuvimos 14 años para poder mejorar nuestra casa y en 3 meses hicimos nuestra vivienda. Esta es la importancia que tiene MEVIR cuando llega al territorio.No es solo lo que se hace en cada una de las casas, en la planta urbana o en la vivienda nueva, lo importante es como impacta en la zona¨

 

Carina Quintana - Sauce, Canelones

Me llamo Carina Quintana, constuimos una vivienda en nuestro terreno en Sauce para mi hija Ludmila, mi esposo Fernando y yo.
La construcción de la vivienda cuesta, es un trabajo que nunca hicimos,  tuvimos que aprender a diferenciar el porland de otras cosas, usar las herramientas. Es lindo, se paso rápido fueron 60 jornales y ya tuvimos nuestra casa propia, pronta para habitar. Linda, espaciosa con luz y todo nuevo, es maravilloso.
La vivienda propia es, estabilidad y sentido de pertenencia es lo que quedará para mi hija, ella siempre tendrá su lugar ahí porque es nuestro.

Franco Medina - Independencia, Florida

En agosto de 2022 con mucha emoción, recibieron las llaves de su hogar.

¨La experiencia en obra fue muy buena. Te deja muchas experiencias y aprendizajes. Antes vivía en un Tambo a 6 km de independencia. Este cambio fue muy importante para mis hijos que antes tenían que hacer viajes de 7 km para llegar a la escuela de Independencia, ahora estamos ahí y eso les cambió. El lugar que más disfruto de mi casa es el comedor por el calefactor que es una cosa impresionante, una hermosura.¨

Las horas las hicieron con su señora, llegando a más de 300 horas de banco ( horas que quedan generadas a favor de otros compañeros).

Hacer tu casa cambia todo

"Para nosotros la casa es el sueño cumplido, estamos muy emocionados. Dos años llevamos desde que comenzamos la obra, fue mucho sacrificio y trabajo para venir a la obra. Aprendimos un montón de albañilería, las mujeres no tenemos mucho ese rubro , pero lo aprendimos. A nosotros nos hacían levantar las paredes, eramos las que hacíamos la casa, los hombres se encargaban del material y otros trabajos más forzosos.
El hacer tu casa cambia todo, no es venir a una casa, es tener sentimiento por esa casa.
Tenemos dos nenes, son parte del sacrificio que pasamos, ellos siempre estuvieron".

Samanta Carvajani


Otra vida

María José tiene 38 años y es la jefa de hogar de una familia de 7 hijos, 2 de ellos independientes. Los que viven con ella tienen 7, 8, 12, 14 y 18 años. El mayor hace changas, los demás son estudiantes.
Ella es auxiliar de servicio en una cooperativa social del Mides.


Viven en una casa en la zona de La Montañesa. Se mejoró la existente que se encontraba muy deteriorada y se anexó un módulo de dormitorios y un baño.
Trabajó su hijo Diego en la construcción así como Maria José mientras estuvo de licencia y un colaborador. Diego nos comenta: "la casa fue algo diferente, estabamos acostumbrados a otra vida" y agrega: "Ahora llegas de trabajar y te relajas".


Se encuentran “muy entusiasmados, felices con esta nueva posibilidad de vivir mejor, aún no lo pueden creer”.
Se trabajó en forma muy coordinada con el Mides, con técnicos del Etaf “La Madeja”.